Lamentablemente el kéfir también puede dañarse y ser contraproducente para la salud. Pero es difícil saberlo y por ello te enseñaremos a cómo saber si el kéfir está malo.
Es posible que durante la manipulación del kéfir, este llegue a morirse, dañarse o estropearse. Como lo quieran llamar. Si esto sucede, obviamente pierde todas sus propiedades y beneficios para nuestra salud.
El kéfir al ser un producto probiótico, que tiene organismos vivos en su haber, es sumamente delicado y cualquier error en la manipulación de este puede llegar a dañarlo sin ningún tipo de reparación alguna.
Pero no vamos ahora a hablar de cómo cuidar el kéfir ni tampoco sobre sus otros procesos en los cuales se manipula el kéfir, sino te hablaremos precisamente de cómo saber si el kéfir está malo, dañado o muerto.
Así pues evitarás cualquier tipo de contratiempo con el kéfir si llega a esta condición y solo deberás deshacerte de él y no sufrir ningún riesgo de contaminación e intoxicación con el kéfir muerto.
Lo primero que debes hacer para evitar esta situación es saber conservar el kéfir. No saber conservar el kéfir es la primera causa de pérdida definitiva de nuestro kéfir con todas sus propiedades y beneficios.
Luego tenemos el momento de la preparación y que sin duda alguna es el más delicado porque un simple error terminará afectando la salud de nuestra colonia de bacterias que viven en el kéfir. Vamos entonces a repasar cuales son los típicos errores en la preparación del kéfir.
El error más común es cuando no dejamos un espacio prudente de aire dentro del envase que se está fermentando el kéfir. Este no tendrá espacio suficiente para la liberación de ciertos gases del ácido y terminará por dañarse.
Luego tenemos el uso de agua de grifo, en este caso el kéfir de agua no soporta ni se lleva bien con el cloro y atentará con nuestras bacterias y levaduras.
Posteriormente tenemos la manipulación del kéfir con objetos metálicos, bien sea con un colador metálico o con una cuchara para remover de metal. El kéfir no se lleva bien con el metal y puede que llegue a dañarse.
Por último otro error muy común y que termina haciendo que el kéfir se ponga malo, tenemos a la exposición a la luz solar. Si el kéfir la recibe es muy probable que acabe estropeado.
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Todas estas cosas harán que tu kéfir sufra de una contaminación. Y en muchas ocasiones son prácticamente imperceptibles sus síntomas. Así que es imperativo que aprendas a identificar cuando un kéfir está muerto o malo.
Al determinar esto, evitarás una posible intoxicación en tu organismo. Esto conlleva a que en vez de disfrutar de sus propiedades, es muy probable que agudice algunos problemas de la digestión como el estreñimiento o indigestión directamente.
Kéfir muerto
Entonces ahora que ya sabes cuales son las instancias en que el kéfir acaba muerto, malo o estropeado. Ya te puedes anticipar a esto y estar atento. Lo mejor es siempre prevenir pero muchas nos pasa algo por alto que atenta contra nuestro kéfir.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el kéfir de leche es blanco y el kéfir de agua es transparente. Si alguno de estos dos presenta una coloración distinta como el amarillo o verdosa, es momento de lavarlo, si el color persiste está malo.
Para lavarlo solo debes poner ese kéfir en leche fresca y limpia o en agua mineral con mucha azúcar. Posteriormente debes esperar 24 horas y retirar el kéfir, enjuagarlo solo un poco en agua mineral y ya está.
Luego tenemos el segundo síntoma y es el olor. Si por alguna razón te percatas que el kéfir emana un olor desagradable vamos a limpiarlo. Pero, nuevamente, si el olor persiste, el kéfir está muerto. Tíralo y comienza de nuevo.
También tienes que tener claro que no siempre es todo el hongo de kéfir el que está en mal estado, muchas veces es solo unos cuantos nódulos los que presentan coloraciones distintas. En ese caso solo será cuestión de retirarlos del grupo de nódulos.
En tercer lugar tenemos que los nódulos de kéfir normalmente son elásticos y un poco aguados. Si vemos que un nódulo, o toda la colonia no están elásticos sino muy rígidos, es señal del kéfir estropeado, por lo que debes inmediatamente retirarlos.
Kéfir estropeado
Por otra parte, vemos como muchas personas optan por conservar sus nódulos secos. De esta manera también se evitan algunos riesgos y no es necesario recurrir a la congelación del kéfir como método de conservación.
Pero esto no quiere decir que no esté el kéfir exento del riesgo de dañarse. Cuando los nódulos esta secos y presentan una coloración marrón, es señal irrefutable de que están dañados. También si aparecen trazas verdes en los nódulos.
En este caso deberás deshacerte de ellos y volver a comenzar con otros nódulos nuevos. Es mucho mejor esto a tener que parar la ingesta de kéfir por una intoxicación.
El kéfir es un probiótico y alimento que por tradición es elaborado de una manera artesanal para aprovechar todos sus beneficios y propiedades de manera inmediata y mucho más concentrada.
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Por esta razón, el kéfir que más se valora es el elaborado en casa propia y que no fue sometido a procesos industriales. Pero eso también conlleva a tener episodios de muerte de kéfir por mala manipulación en personas que están comenzando.
Luego es muy importante también su salud debido a que por tradición, el kéfir es pasado de mano en mano por personas que cultivan nuevas colonias y las regalan a sus amigos para que ellos hagan kéfir, obtengan la bebida y nazca nuevo kéfir para regalar.
Así pues, es importante reconocer cuándo el kéfir está malo para no regalarlo y acabar contaminando a una familia entera. Ten en cuenta todo lo que te dijimos y está el nódulo más recóndito lograras divisarlo y retirarlo a tiempo. Tus amigos los agradecerán.
Acuérdate de compartir este artículo con tus personas más allegadas para que aprendan a cómo saber si el kéfir está malo y evitar también que eso suceda.
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