Entre los aspectos fundamentales para poder llevar una vida con el buen consumo del kéfir tenemos el de cómo conservar el kéfir. Ya que representa la salud misma de ese alimento que traerá salud.
El kéfir como alimento probiótico contiene una colonia de bacterias vivas que son las que le aportarán muchos beneficios a lo que sea que prepares con ella. Estás deben vivir en ciertas condiciones por lo que es importante conservar el kéfir.
Si no aprendes a cómo conservar el kéfir será muy posible que lo termines perdiendo por la muerte de sus nódulos, por daños de contaminación irreparables en el kéfir o porque simplemente estará estropeado y corres el riesgo de contaminación.
Por ello dedicamos este artículo a que consideres todo lo que debes hacer para aprender a cómo conservar el kéfir, ya sea por solo unos días o si te vas de vacaciones en verano. Esto hará que logres complementar tu dieta con la buena conservación del kéfir.
Hay distintas indicaciones, conservar el kéfir no solo se trata de saber guardarlo sino de también tenerle mucho cuidado a la hora de elaborarlo, fermentarlo y congelarlo. Todo ello contribuye a una conservación 24/7 del kéfir.
Cómo conservar kéfir
Vamos entonces a ver cómo conservar el kéfir en cada uno de las etapas en que lo manipulamos para que no pierdas nunca tu cultivo de nódulos o sus altas propiedades. Desde luego no existen complicaciones y es muy sencillo de conservar el kéfir.
En primer lugar, si te regalan unos nódulos de kéfir y no tienes pensado preparar kéfir en unos días y lo quieres conservar intacto para que no pierda sus propiedades, debes colocarlo en un envase de vidrio o plástico muy limpio y guardarlo en la nevera tapado.
Si tus nódulos son de kéfir de leche, hay una manera distinta de cuidarlos. Lo primero que debes hacer es ponerlos en leche fresca a una temperatura de no más de 25 grados y dejarlos unos días antes de usarlos.
Recuerda que esta manera de conservar los nódulos solo sirve para los momentos antes de usarlo y no los debes dejar así por mucho tiempo pues terminarán por dañarse perdiendo todas sus propiedades o muriendo definitivamente.
La siguiente medida para conservar el kéfir y mantener un cuidado propicio, es preparándolo con sumo cuidado en cada una de sus facetas. Al inicio de la preparación, durante su fermentado y luego de él, todo como un circulo repetitivo y saludable.
Para la preparación, debemos conservar la salud del kéfir cuidando siempre dejar un espacio de aire de al menos un tercio. Esto hará que durante el fermentado haya cierto espacio para la liberación lacto alcohólica.
También durante la preparación, tenemos que manipular nuestro kéfir con utensilios de madera o de plástico. Ya que si usamos metal como el aluminio, puede que terminemos dañando al kéfir ya que este no se lleva bien con los metales.
Otro de las aspectos fundamentales para conservar tu kéfir intacto durante la preparación, es el de, en caso de que sea kéfir de agua, hacerlo con agua libre de cualquier cantidad de cloro, pues este atentará contra las propiedades del kéfir.
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Cómo conservar el kéfir en vacaciones
Si durante el verano tienes pensado continuar con tu dieta de kéfir intacta, también hay una serie de recomendaciones que tienes que tomar en cuenta pues el kéfir no soporta las altas temperaturas.
Al momento de dejar tu kéfir para que se fermente por 24 horas o más, tenemos que mantenerlo en un lugar fresco para que se conserve por todo ese tiempo. La temperatura debe oscilar entre los 18 a 25 grados centígrados para un desarrollo ideal del kéfir.
Además, el kéfir no soporta la luz solar ni directamente ni indirecta. Así pues no debes permitir que le entre luz mientras se está fermentando pues no lograr conservar sus propiedades y puede llegar a dañarse.
Cómo conservar el kéfir unos días
Pero si en cambio planeas irte en vacaciones y dejar tu kéfir para cuando vuelvas, hay otras maneras de conservarlo sin que llegue a perder todas sus grandes cualidades. El congelado es la primera y única que debes considerar por si son más de 10 días.
Así pues necesitas poner a congelar el kéfir. Para ello vamos a lavar primeramente el hongo o los nódulos de kéfir con bastante agua mineral. Posteriormente los colocaremos en un envase pequeño y cerrado herméticamente.
Luego introduciremos este pequeño envase dentro de uno más grande y de cristal. Ahora podremos meter el kéfir en el congelador y este no recibirá directamente una baja de temperatura de manera muy repentina.
Cómo conservar el kéfir en verano
Pasadas tus vacaciones de verano, podrás volver a consumir el kéfir pero teniendo en cuenta las siguientes indicaciones para descongelarlos. Primeramente hay una diferencia entre los nódulos de kéfir y los de agua.
Así que al sacarlos debes esperar a que se descongelen de manera natural y lenta. Luego lo retiras y los ubicas en leche fresca y completa en caso de que sea nódulos de kéfir de leche. En poco tiempo el kéfir será el mismo cuando se alimente de la leche completa.
Si tus nódulos de kéfir son de agua, lo mejor es repetir el proceso anterior de esperar a que se descongelen de manera natural para luego meterlos en agua mineral y muy bien azucarada, ya que el kéfir necesitará bastante alimento para poder recuperarse.
Para poder conservar el kéfir te hemos dado todas las indicaciones pertinentes. Ahora queda de tu parte saber ejecutarlas ya que son muy sencillas y no tiene un secreto ni nada que se le parezca.
Ahora que ya sabes cómo conservar el kéfir no tienes más excusas para incluirlo en tu dieta diaria y poder estar al tanto de todos sus cuidados. Así se te hará mucho más económico y al mismo tiempo será un kéfir de mejor calidad que cualquiera que puedas conseguir en el mercado.
Ten presente compartir este artículo de cómo conservar el kéfir a tus amigos y familiares para que aprendan cómo hacerlo y no duden más de probar el kéfir casero.
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