Como todo probiótico de elaboración artesanal, el kéfir, que contiene bacterias y levaduras, corre sus riesgos de contaminarse y derivar en una intoxicación.
La intoxicación por kéfir es muy poco común pero es posible que se llegue a suceder, esto sucede siempre por mala manipulación al momento de elaborar el kéfir. Esto gracias a que hay muy poca documentación de cómo realizarlo correctamente.
Por ello te traemos este post dedicado a evitar una intoxicación por kéfir y qué hacer en caso de que atrapes una, que no será el caso si terminas de leer este artículo con información valiosa.
Cabe enfatizar que el kéfir tiene dos tipos de preparación pero ambos tienen una base de bacterias y levaduras que son las mismas en ambos casos y que no variarán en ningún momento, por lo que el riesgo de contaminación e intoxicación es el mismo para ambos tipos.
Por ello no importa si eres un consumidor de kéfir de leche o de agua, con ambos debes tener los siguientes cuidados para prevenir esta enfermedad del sistema digestivo. Sin más preámbulos, comencemos.
La intoxicación alimentaria es una enfermedad causada por uno o más alimentos contaminados con bacterias, toxinas, parásitos o virus. La transmisión siempre será vía oral, por tomar agua contaminada o alguna comida en mal estado.
Por lo general este problema de salud no tiene ningún tipo de tratamiento ni hay exámenes que se tengan que hacer para diagnosticarla. El diagnostico siempre es visible y es cuestión de días para que pase la enfermedad.
Intoxicación por kéfir
Pasemos entonces a las causas de una intoxicación por kéfir. Todas ellas tienen que ver directamente con una mala manipulación en la elaboración del kéfir sin importar si vas a hacer bebida, yogur, queso, bizcocho, merengada o cualquier alimento que quieras hacer con el kéfir.
En primer lugar tenemos por una mala conservación del kéfir. Esto sucede cuando nuestros nódulos de kéfir los colocamos en una leche con poco contenido de nutrientes y el kéfir comienza a perder una fuente de alimento llegando a contaminarse. Por ello recomiendan siempre conservarlos en leche completa.
Luego tenemos un error muy común a la hora de preparar kéfir, y es que en el momento de verter la leche en un envase de cristal, no dejamos el suficiente espacio de oxigeno libre en él, sino que llenamos todo el cristal con la bebida y el kéfir.
Esto no le deja espacio al kéfir para poder crecer y desarrollarse completamente lo que incurre en un error grave terminando con una contaminación del kéfir. Este fallo es muy recurrente y acaba en muchos casos con una intoxicación alimentaria debido a la contaminación del kéfir.
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Pero antes de continuar con las causas en la realización del kéfir, vamos con una muy común en las personas que están comenzando a ingerir el kéfir. Y es que lo hacen sin tener una consciencia de cuánto kéfir hay que consumir al día para personas primerizas.
Este error común también se traduce en una posible diarrea o intoxicación por kéfir, ya que nuestro organismo no está acostumbrado a un aporte de probióticos con sus bacterias y no podemos hacerlo de una manera agresiva porque puede haber un rechazo.
Lo recomendable en estos casos, y si estás planeando comenzar a consumir kéfir, bien sea de agua o de leche, debes tener un control del consumo y no exceder de los 250 ml diarios de kéfir. Los puedes dividir en dos raciones de 125 ml, una en el día y otra en la noche.
Muy bien, continuamos con más causantes de intoxicación por el kéfir debido siempre a la mala manipulación de este en distintas etapas. Ahora es turno de hablar del uso de los utensilios para hacer kéfir. Muchas veces usamos de metal y esto está totalmente prohibido.
El kéfir no se lleva nada bien con los metales como el aluminio y puede llegar a dañarse rápidamente al contacto con él. Por esto debemos usar siempre coladores y chucharas de plástico o madera durante toda la manipulación para preservar la integridad del kéfir.
Intoxicación kéfir agua
Cuando se trata de hacer kéfir con agua corremos un riesgo muy común y que sin duda alguna repercute en la contaminación de nuestro kéfir, conllevando por supuesto a una intoxicación en caso de no percibir el error en la elaboración.
Cuando hacemos kéfir de agua, usamos muchas veces el agua directamente del grifo, esto lo hacemos ya que está limpia y pues siempre bebemos de ella. Pero el kéfir no soporta al cloro que esta contiene y puede llegar a contaminarse si se hace con esta agua.
Ahora continuemos con errores comunes en la manipulación del kéfir; luego de terminar y dejamos el kéfir fermentándose, no dejamos este en un lugar oscuro. Esto hace que la luz solar le entre de manera indirecta o directa y daña al kéfir.
Y por último tenemos un error muy poco común pero que no está demás mencionarlos para evitar posibles contaminaciones por kéfir. Se trata de dejarlo fermentar en temperaturas mayores a los 25 grados. El kéfir para lograr un desarrollo óptimo lo mejor es dejarlo fermentar entre los 18 y 25 grados.
Estos son todos los errores más comunes a la hora de hacer kéfir, conservarlo o dejarlo fermentar. Si incurrimos en tan solo uno de ellos, es muy posible entonces perder la salud de nuestro kéfir y terminar contaminándolo o estropeándolo.
En caso de que no percibamos este problema y efectivamente consumamos el kéfir así, puede que acabemos con una intoxicación por kéfir. Si esto pasa, solo debemos dejar de consumirlo hasta mejorarnos completamente.
Además si ingerimos kéfir de manera constante y en racione adecuadas, más bien estaremos librándonos de toxinas y fortaleciendo al sistema digestivo para prevenir este tipo de enfermedades.
Ahora que ya tienes presente qué no debes hacer para evitar complicaciones cuando tomes el kéfir, como alguna intoxicación alimentaria, no dude más en incluirlo a tu dieta para poder gozar de todos sus beneficios sin problemas para manipularlo.
Tus amigos que quieren consumir kéfir también merecen tener este tipo de información para evitar alguna intoxicación por kéfir, comparte este post con ellos, te lo agradecerán.
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